Sinusitis
La sinusitis, infección de los senos paranasales, infección sinusal, sinusitis aguda y crónica o rinosinusitis es una inflamación de los senos paranasales, generalmente originada por un agente infeccioso. Esta infección puede ser provocada por hongos, virus o bacterias.
Dichos senos afectados son cavidades óseas que se encuentran en el macizo facial. Estas cavidades están llenas de aire y comunicadas con las fosas nasales mediante unos orificios (ostium) de drenaje, por lo que es frecuente la asociación de inflamación nasal y sinusitis, de aquí que lo correcto sería hablar de rinosinusitis.
Precisamente, la clave del desarrollo de una sinusitis está en la alteración de los ostium de drenaje que provoca retención de moco dentro de los senos afectos.
TIPOS DE SINUSITIS
La sinusitis se divide en dos tipos: aguda y crónica. En términos muy generales, estos tipos se definen por el periodo de tiempo que perduran los síntomas, pero existen otras diferencias importantes en cuanto síntomas, causas y tratamientos.
- La sinusitis aguda: puede durar un máximo de ocho semanas y su causa más común es la infección por bacterias.
- La sinusitis crónica se determina de esta forma cuando supera los tres meses de síntomas. Aquí, las bacterias son tan frecuentes como los hongos, los cuales causan infecciones más difíciles de tratar.
- Síntomas Sinusitis aguda: Los primeros síntomas de una sinusitis aguda pudieran presentarse aproximadamente una semana después de que el paciente sufra un resfriado no tratado o insuficientemente tratado, lo que hace que empeoren los síntomas. Los síntomas más comunes son:
- Cefalea (dolor de cabeza). Presión molesta y que puede llegar a ser dolorosa en el área de los ojos, las encías y las mejillas. El dolor sobre el seno afecto, se intensifica con los esfuerzos físicos
- Obstrucción y/o congestión nasal, generalmente bilateral pero que puede presentarse de forma unilateral.
- Rinorrea anterior y posterior de coloración blanquecina o amarillo-verdosa, (rinorrea purulenta), y pérdida del olfato.
- Alta sensibilidad en las diferentes partes del rostro.
- En ocasiones fiebre moderada.
- Halitosis (mal aliento).
- Dolor en la arcada dentaria.
- Dolor de garganta.
- Tos, especialmente cuando se intenta dormir.
- Goteo retronasal.
- Fatiga elevada durante el día.
En la mayoría de los casos, la sinusitis aguda, responde bien al tratamiento médico habitual, pero hay aproximadamente un tercio de los casos que no lo hace.
Síntomas Sinusitis crónica: los síntomas son menos manifiestos, presentando algunos síntomas como obstrucción nasal, rinorrea mucoide persistente, tos, hiposmia, síntomas tubáricos, etc.
Causas de la sinusitis
Existe una gran variedad de causas que podrían estar originando la sinusitis, por lo que es necesaria un estudio detallado por parte del otorrinolaringólogo para determinar cuál puede ser la causa qué afecta al paciente realmente. Entre ellas tenemos la alergia, alteraciones de los cilios, rinitis vasomotoras.
En términos generales, la sinusitis aparece cuando se obstruyen las aperturas (ostium) de los senos y se acumulan secreciones mucoides en los senos paranasales. Esta situación da pie a que las bacterias puedan crecer con mayor facilidad.
Entre las causas más comunes encontramos:
·Infección y/o inflamación de la mucosa ciliar nasal que origina una alteración para conducir la mucosa fuera de los senos paranasales, provocando la obstrucción.
·Alergias y rinitis infecciosas.
·Obstrucción de los senos paranasales por exceso de mucosa al sufrir un resfriado o alergias severas.
·Obstrucción de los senos paranasales por problemas anatómicos, como un tabique desviado, cornetes hipertróficos, un espolón óseo nasal o la aparición de pólipos nasales.
·En niños habría que añadir la hipertrofia del tejido adenoideo (vegetaciones).
Factores de riesgo de la sinusitis
Más allá de las causas que la sinusitis pueda tener, muchas veces ésta se origina a través de factores provocados por el propio paciente.
- Rinitis alérgica.
- Haberse sumergido en agua contaminada, exponiendo al organismo y especialmente a la nariz a agentes y microorganismos infecciosos.
- Fumar, hábito que espesa la mucosa y hace más fácil la obstrucción en los senos paranasales.
- Fibrosis quística.
- Cambios de altitud donde la presión es considerable, sea bucear en profundidades o viajar en avión.
- Deficiencias inmunitarias, muchas veces causadas por VIH/SIDA.
- Desarrollo de tumores en la zona de los senos paranasales.
Diagnóstico
Al presentar cualquiera de estos síntomas, el paciente debe acudir a su médico u otorrinolaringólogo tan pronto como sea posible.
Lo que se busca evitar es que la situación empeore y se convierta en una sinusitis crónica. Es conveniente realizar una serie de pruebas exploratorias antes de hacer su diagnóstico. Primeramente, se palpará el rostro para detectar si existen algias (dolores) en algunas de las zonas anatómicas de los senos paranasales.
Realizar una rinoscopia anterior para examinar la nariz en busca de posibles alteraciones anatómicas y valorar el estado de permeabilidad de las fosas nasales.
La prueba que más información nos va a proporcionar es la endoscopia nasal. Este estudio le permitirá al médico ver qué es lo que está sucediendo dentro de la cavidad nasal. Se utiliza un pequeño endoscopio, que puede ser flexible o rígido, de fibra óptica que nos permite con claridad ver cuál es el estado de la mucosa nasal y valorar como se encuentran los meatos que delimitan los cornetes.
Si aún quedan dudas al respecto, también se pueden utilizar la tomografía computada y la resonancia magnética, estudios que permiten observar mejor los huesos y tejidos en el rostro y zona nasal. La resonancia es especialmente útil para descartar cualquier tipo de tumor.
Tratamiento
En la mayoría de los casos, la sinusitis se cura con tratamiento médico (antibióticos más descongestionantes).
Si los síntomas de los senos paranasales no mejoran con el tratamiento empleado, si existen complicaciones derivadas de la sinusitis, probablemente el médico sugerirá realizar una cirugía para solucionar la patología, recurriendo a un tratamiento quirúrgico que en la actualidad se efectúa mediante endoscopios rígidos y se denomina Cirugía Endoscópica Nasosinusal (CENS) o bien a través de un procedimiento no quirúrgico en la que el Instituto IOM somos especialistas: la Sinuplastia con Balón de Dilatación.